España enfrenta una crisis sin precedentes en su sistema de salud mental. La creciente demanda de atención en salud mental, cerca del 29% de la población sufre un trastorno, y la escasez de psiquiatras están llevando el sistema español a una situación crítica. Las enfermedades mentales, desde la ansiedad hasta la esquizofrenia, no solo representan un grave impacto en la vida de los pacientes, sino que, además, suponen una carga económica y social insostenible. Se deben tomar medidas de forma inmediata.
Estas afirmaciones han sido realizadas durante la rueda de prensa de presentación del XVII Congreso Nacional de Psiquiatría en San Sebastián por el Dr. Manuel Martín Carrasco, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) y presidente del Patronato de la Fundación de Investigación FIDMAG (Hermanas Hospitalarias). El congreso está organizado por la SEPSM y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM).
El especialista ha estado acompañado por la Dra. Marina Díaz Marsá, vicepresidenta de la SEPSM y jefe de Sección en el Hospital Clínico San Carlos y Profesora Titular de Psiquiatría de la Universidad Complutense; y la Dra. Ana González-Pinto, catedrática de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y psiquiatra del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza.
En su comparecencia, han realizado un exhaustivo análisis de la “situación crítica que enfrenta la salud mental en España”. La presentación se ha centrado en los problemas estructurales del sistema, los alarmantes niveles de prevalencia de las enfermedades mentales y la falta de recursos humanos para hacerles frente.
El Dr. Martín Carrasco subrayó que el Informe Nacional de Salud y el Libro Blanco de la Psiquiatría revelan que en 2019 se registraron 970,1 millones de casos de trastornos mentales a nivel mundial, un aumento del 48,1% en comparación con 1990. Este incremento global también ha tenido un fuerte impacto en España, donde el 29% de la población padece actualmente algún tipo de trastorno mental en algún momento de su vida.
Estos trastornos, según detalló, son en su mayoría (aproximadamente el 95%) lo que se denomina trastornos mentales comunes: trastornos de ansiedad, cada vez más prevalentes, especialmente entre los jóvenes; depresiones leves, una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial; trastornos del sueño, que afectan gravemente la calidad de vida y siguen en aumento; y trastornos relacionados con el estrés. El resto (aproximadamente el 5% de la población) son trastornos mentales graves, tales como esquizofrenia, trastorno bipolar, depresiones graves o trastornos de personalidad.
En este contexto, el máximo representante de la Psiquiatría en España aseveró que “el aumento constante de los trastornos mentales durante la última década, exacerbado por la pandemia de COVID-19, ha disparado las tasas de depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental”. “Mientras que los trastornos mentales graves como la esquizofrenia y el trastorno bipolar se han mantenido relativamente estables, son los trastornos menos graves los que han experimentado el mayor aumento”, añadió.
“El aumento sostenido de trastornos mentales comunes está generando una demanda creciente y constante de atención psiquiátrica. Este fenómeno está ejerciendo una presión considerable sobre el sistema sanitario, dificultando el acceso y la atención adecuada a los pacientes con trastornos mentales graves, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar”, explicó el Dr. Martín Carrasco. “La disminución de la resiliencia en la población, entendida como la capacidad de gestionar autónomamente adversidades cotidianas, como la pérdida de empleo o el malestar emocional, está derivando en un mayor número de personas que requieren atención especializada”, agregó.
En este contexto, el especialista afirmó, además, que “el aumento de la concienciación sobre la importancia de la salud mental ha generado un crecimiento significativo en las consultas especializadas. Cada vez más personas reconocen la necesidad de cuidar su bienestar emocional y psicológico, lo que les lleva a buscar apoyo profesional. Esta mayor sensibilidad social contribuye a derribar estigmas y facilita que la población acceda a terapias y tratamientos que mejoran su calidad de vida”.
“Para garantizar una respuesta efectiva, es imperativo que se asignen recursos específicos y diferenciados para abordar los trastornos mentales más leves, sin comprometer la calidad de la atención destinada a las patologías graves que demandan un tratamiento más intensivo y prolongado”, evidenció.
EL 60% DE LOS PACIENTES QUE NECESITAN TRATAMIENTO NO LO ESTÁN RECIBIENDO
Por su parte, la Dra. Díaz Marsá ofreció más datos para describir esta situación: en Europa, cerca de 84 millones de personas padecen algún tipo de trastorno mental, lo que sitúa a estos trastornos entre los diez más comunes dentro de las enfermedades no transmisibles. “En España, el 60% de los pacientes que necesitan tratamiento no lo están recibiendo, una situación que evidencia la necesidad urgente de reforzar el sistema de atención”, afirmó.
“Se atienden alrededor de 5,5 millones de consultas de atención especializada de Psiquiatría en los centros ambulatorios de especialidades y en los hospitales del Sistema Nacional de Salud, lo que supone que aproximadamente el 95% de las consultas de Psiquiatría tienen lugar en centros públicos”, detalló.
CONSUMO DE BENZODIAZEPINAS Y BAJAS LABORALES
Por otro lado, el máximo representante de la Psiquiatría en España, el Dr. Martin Carrasco, afirmó que este aumento “es evidente también en otros indicadores indirectos, como el creciente consumo de psicofármacos, especialmente ansiolíticos e hipnóticos, como las benzodiazepinas, y en el aumento de las bajas laborales debidas a trastornos mentales, que incluyen la depresión y los trastornos de ansiedad”.
A este respecto, dio a conocer que, según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, “las bajas laborales debidas a trastornos mentales están afectando gravemente tanto a la productividad del país como a su economía. En 2023, las 600.814 bajas laborales por trastornos psiquiátricos tuvieron una duración media de 111 días por baja, y las principales causas de estas incapacidades fueron la depresión y los trastornos de ansiedad”.
“Este impacto no se distribuye de manera uniforme en todo el país. Algunas comunidades autónomas, como Cataluña (4,9%), Melilla (4,8%), País Vasco (4,4%) y Canarias (4,2%) presentaron las tasas más altas por trastornos psiquiátricos. En el otro lado están Castilla-La Mancha (1%), Madrid (1,1%), La Rioja (1,3%) y Murcia (1,6%)”. “La falta de tratamiento adecuado no solo agrava la condición de los pacientes, sino que también genera un círculo vicioso que incrementa el absentismo laboral y disminuye la productividad, contribuyendo a una crisis económica y social”.
DISPARIDAD TERRITORIAL EN LA ATENCIÓN PSIQUIÁTRICA
“Otro tema de gran relevancia”, según destacó el Dr. Martín Carrasco, “es la disparidad en el acceso a la atención psiquiátrica entre las distintas comunidades autónomas”, revelando los siguientes datos:
“La media de psiquiatras en España es de 12 por cada 100.000 habitantes, muy por debajo del promedio de los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que es de 18 psiquiatras por cada 100.000 habitantes. Hay que tener en cuenta que alrededor del 20% de la población activa en los países de la OCDE sufre algún trastorno mental leve-moderado, fácilmente tratable, como ansiedad o depresión”.
“Considerando una ratio óptima entre 13 y 15 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, en España sería necesario incorporar entre 370 y 565 psiquiatras al año desde 2021 hasta 2026. Existen grandes diferencias regionales. Melilla y Ceuta son las comunidades con la menor cobertura, con apenas 4,72 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, mientras que el País Vasco cuenta con una ratio de 14,99 psiquiatras por cada 100.000 habitantes”, detalló.
En este sentido, el Dr. Martín Carrasco afirmó que “estas diferencias territoriales agravan las desigualdades en el acceso a la atención especializada. En las regiones más afectadas, los pacientes enfrentan largas listas de espera y una atención insuficiente. Esta escasez se ve agravada por el envejecimiento de la plantilla de psiquiatras en activo, donde más del 20% tiene más de 60 años y un 6,73% supera los 65 años, lo que prevé un elevado número de jubilaciones en los próximos años. Este envejecimiento también coincide con la necesidad de dotar de psiquiatras infantiles a la nueva especialidad aprobada recientemente”.
PROPUESTAS DE SOLUCIÓN
Ante esta situación crítica, los tres especialistas enumeraron la importancia de tomar medidas inmediatas para evitar el colapso del sistema de salud mental en España. Las propuestas han sido expuestas y trasladadas recientemente, en septiembre, a la Subcomisión de Salud Mental del Congreso de los Diputados. Estas propuestas, en líneas generales, son:
- Fortalecer la red asistencial de salud mental y mejorar su accesibilidad.
- Aumentar el número de profesionales y mejorar su distribución.
- Favorecer el retraso de la jubilación y homologar psiquiatras extracomunitarios.
- Promover el apoyo en centros educativos y laborales para prevenir trastornos.
- Reforzar la coordinación entre servicios sanitarios y sociales.
- Digitalizar los servicios de salud mental y mejorar el registro de datos.
- Implementar un modelo de atención colaborativo comenzando por Atención Primaria.
- Reducir el estigma de las enfermedades mentales.
- Actualizar la Estrategia Nacional de Salud Mental con nuevos estándares.
- Desarrollar una estrategia estatal para la prevención del suicidio.
CONGRESO NACIONAL DE PSIQUIATRÍA
La Dra. Marina Díaz Marsá, vicepresidenta de la SEPSM, destacó que el Congreso Nacional de Psiquiatría se centrará en actualizar aspectos clave como la depresión resistente y perinatal, los avances en psicosis, el abordaje de trastornos mentales graves y complejos, así como la prevención del suicidio. También se abordarán temas como la genética, los trastornos de la conducta alimentaria, la neurobiología del trauma, la psiquiatría infantojuvenil y los trastornos del neurodesarrollo. Además, se actualizarán técnicas de psicoterapia, neuromodulación e inteligencia artificial, con debates sobre la eutanasia, el uso medicinal del cannabis y aspectos legales en la práctica psiquiátrica.
Según la Dra. Díaz Marsá, ponentes destacados como Germán Berríos, Adriana Hermida, Nicole Ellis y el profesor Tobeña participarán en el congreso. También se contará con un Foro Social y un nuevo Foro Asistencial, donde se discutirán los retos de la asistencia psiquiátrica diaria. Para aquellos que no puedan asistir presencialmente, se ofrecerá un track virtual que cubrirá los simposios principales y las sesiones plenarias más relevantes.
La Dra. Díaz Marsá resaltó que el enfoque biopsicosocial del congreso busca integrar los aspectos neurobiológicos, psicosociales y psicológicos para mejorar la integración sociolaboral de las personas con trastornos mentales, eliminando estigmas sobre pacientes y familiares. Asimismo, explicó que se abordará la importancia de los nuevos abordajes para tratar los trastornos de la conducta alimentaria y la necesidad de evitar la cronicidad.