El Día Mundial del Trastorno Bipolar - World Bipolar Day (WBD), que se celebra cada 30 de marzo, es una iniciativa de la Asian Network of Bipolar Disorder (ANBD), la International Bipolar Foundation (IBPF) y la International Society for Bipolar Disorders (ISBD) que tiene como objetivo concienciar al mundo sobre los trastornos bipolares y la necesidad de eliminar el estigma social a través de la educación y la sensibilización hacia la enfermedad.
El trastorno bipolar, que afecta a entre el 2% y el 4% de la población en algún momento de su vida, generalmente empieza durante o después de la adolescencia y afecta por igual a hombres y mujeres. Tal y como indica el nombre con el que se le hacía referencia hace años, trastorno maníaco depresivo, las personas que lo padecen tienen graves cambios del estado de ánimo que duran, normalmente, varias semanas o meses y que alternan entre bajadas o depresiones y subidas y manías.
Depresión: cuando domina esta fase en el trastorno bipolar, el sentimiento de depresión es aún más profundo y más duradero en el tiempo, lo que hace que sea difícil o imposible afrontar el día a día. La persona se enfrenta a sentimientos de depresión que no desaparecen, ganas de romper a llorar sin ningún motivo, incapacidad para disfrutar de lo que le rodea, inquietud y nerviosismo, pérdida de confianza en uno mismo e, incluso, ideas de suicidio. Otros cambios que se pueden sentir es verse incapaz de tomar decisiones simples, tener dificultad para concentrarse, perder el apetito o tener dificultad en conciliar el sueño.
Manía: por su parte, la manía generalmente es un sentimiento extremo de bienestar, energía y optimismo, pero muchas manías no cursan con alegría sino con irritabilidad. Puede ser tan intensa que afecte a la manera de pensar y de juzgar e, incluso, creer cosas extrañas de uno mismo. Como la depresión, puede hacer difícil o imposible afrontar el día a día de manera efectiva. Una fase maniaca puede afectar tanto a las relaciones personales como a la vida profesional. En ocasiones, algunos pacientes bipolares tienen hipomanías, que son periodos de euforia o irritabilidad de menor intensidad que las manías.
Las investigaciones sobre las causas del trastorno bipolar han avanzado mucho en los últimos años y actualmente se conoce que hay genes de riesgo que pueden favorecer su aparición y que se unen a otros factores ambientales desencadenantes.
Respecto a su tratamiento, el litio (una sal que existe en la naturaleza) se ha usado como estabilizador del estado de ánimo durante más de 50 años ya que se puede usar tanto para tratar la manía como para prevenir la aparición de nuevos episodios bipolares. Este tratamiento debe ser iniciado y controlado por un psiquiatra, que como médico especialista determinará el nivel de litio correcto en el cuerpo.